Tsunamis en Japón, Cádiz, Huelva y… la Atlántida
Raúl Manuel Ortega Librero
Georgeos Díaz Montexano es un investigador independiente y autodidacta que lleva muchos años haciendo polémicas declaraciones arqueológicas sobre la Atlántida. Al purísimo estilo Schliemann, otro “aficionado”, que descubrió la Troya histórica siguiendo las pistas que da la Ilíada, convencido de que Homero contaba algo más que mero mito, Montexano usa los textos de Platón para localizar la Atlántida. Su amado filósofo y unas fotos de satélite que mostraban formaciones circulares en las marismas de Doñana le dieron el hilo que durante muchos años ha defendido incansablemente: que la Atlántida existió, y estuvo radicada entre las actuales provincias de Cádiz y Huelva. Platón, la Atlántida y un curriculum carente de titulaciones oficiales han sido siempre cosas demasiado infumables para el stablishment arqueológico, y la lucha contra Montexano desde ahí ha sido muy dura.
Georgeos, hablando abiertamente en los términos que usamos en este blog, es, de nuevo, un Puer Eterno, lo mismo que lo era Schliemann. Pero el destino del segundo incluía convertirse en multimillonario de la noche a la mañana, para que las soñadoras expediciones que eran el leitmotiv de su vida, desde niño, se llevaran a cabo (recordemos: carácter es destino/destino es carácter), y el destino del primero es más complicado. Con tanto dinero, poder, Schliemann pasó por encima del stablishment sin inmutarse. Sin embargo, Montexano, oriundo de Cuba (afincado en España desde 1994), ha tenido que vérselas siempre con el grave problema de que su cruz de descrédito no le ha permitido nunca financiar debidamente sus proyectos. En esta batalla contra la siempre tenebrosa oficialidad ha llegado a echar mano a veces de Mercurio el tramposillo, el trickster, inflando su curriculum un poco por aquí, haciéndose pasar por quien no es por allá, etc. (en realidad es práctica habitual en el ambiente ortodoxo, pero te espían menos si estás ahí), cosa que ha justificado aún más saña por parte de sus enemigos. Hay que ponerse en su piel para entender su desesperación. Él vive en una despiadada carrera contra reloj desde hace ya mucho tiempo. En su afán de hacerse escuchar ha participado desde siempre en foros tanto nacionales como internacionales, divulgando abiertamente por doquier sus teorías, y desde 2004 distintas personalidades y asociaciones arqueológicas extranjeras no sólo se han hecho eco de sus trabajos, sino que andan tramando realizar caras expediciones a Andalucía, obviando al cubano. Desde ese momento, el mundillo arqueológico se devide en dos frente a Georgeos: los que se siguen mofando de él y los que quieren robarle el descubrimiento. La Universidad de Huelva y el CSIC llevan desde el 2007 confirmando la posibilidad de que importantes restos arqueológicos, sean de Tartessos, sean de la misma Atlántida (seguramente son lo mismo), pudieran yacer, en efecto, bajo las marismas de Doñana, y hablan de potentes tsunamis como causa de su original enterramiento. Pero vuelven a pasar por encima del hispanocubano, que fue, claro, la inicial fuente de inspiración de estas investigaciones. Como también lo hace la noticia de última hora que nos llega desde National Geographic, y que reproduzco más abajo. Que también obvia, por cierto, mentar el co-protagonismo de esta ciudad desde la que escribo, Huelva, en el tema.
Para mí, sin embargo, lejos de ser todo esto una historia más de triste fracaso y derrota del puer David frente al saturno Goliat, la es de todo lo contrario: un inmenso, genuino y envidiable éxito. Sea lo que sea que se encuentre finalmente ahí, Georgeos ha demostrado ya ir muy por delante de los poderes institucionales y sus medios y de decenas de idiotas pertenecientes a ellos. Aunque la Historia la escriban los ganadores (ganar, perder… qui lo sa?), la Historia es la que es, y no es otra. Enhorabuena, campeón.
Fuente: http://www.odiseajung.com/blog-jung-odisea/2011/03/tsunamis-en-japon-cadiz-huelva-y-la-atlantida/