Georgeos Díaz-Montexano, Scientific Atlantlogy International Society (SAIS)
El pasado 14 de Junio, de este mismo año de 2013, me vi obligado a crear la encuesta que abajo enlazo, precisamente para acallar ciertas voces que intentaban desacreditarme bajo la indigna, injusta y cruel acusación de que mis investigaciones sobre la Atlántida, toda mi teoría entera, no era más que un plagio de la teoría del investigador Jorge María Ribero-Meneses Lázaro.
Acusación tan falsa como absurda -además de ridícula- que no podría caber en ninguna mente medianamente inteligente, como no fuera por mera maldad, por simplemente querer ningunearse mi obra y de paso también destruirse mi persona, porque basta un simple vistazo sobre las dos teorías, incluso en la Wikipedia, para comprobar cómo lo que se dice de ambas revela que son diametralmente opuestas, diferentes, sin la menor relación o parecido.
Pero de nada sirvió tal encuesta y el resultado mayoritario determinante 11 votos negativos, o sea, que NO hay plagio alguno contra solo dos votos de que sí hay plagio (realizados ayer mismo), a raíz de la nueva campaña que se ha gestado en los últimos cuatro días para intentar destruirme como investigador y persona, donde se ha vuelto a incurrir en la misma falsa acusación, y de nuevo, usándose como garante de tales acusaciones al mismo Sr. Ribero-Meneses, es decir, como si él mismo fuera quien les hubiera informado de que toda mis investigaciones y teoría sobre la Atlántida no era más que una burda copia de la suya.
En aquél entonces, en Junio de este año, escribí el Sr. Ribero-Meneses y aunque él mismo lo negó en su propia web, al parecer no fue lo suficientemente claro, puesto que no solo se ha vuelto a intentar destruirme con las mismas difamaciones y falsas acusaciones, sino que hasta se ha usado -una vez más- al mismo Sr. Ribero-Meneses como garantía de tales acusaciones.
He vuelto a escribir a Jorge María Ribero-Meneses Lázaro, pidiendo que esta vez todo quedara mejor aclarado. Y me ha respondido de un modo que, a mi entender, más claro no puede ser, y como no podía ser de otro modo tampoco, pues confirmando que NO es para na cierto que él haya dicho nada semejante, y reconociendo que -en efecto- ambas teorías son diametralmente opuestas y diferentes.
Aquí os dejo en el link para poder leer correspondencia con el Sr. Ribero-Meneses, donde queda más que aclarada la falsedad de tales acusaciones contra mi persona por parte de dos de sus fieles seguidores: http://georgeosdiazmontexano.files.wordpress.com/2013/08/cartas-entre-georgeos-diaz-y-jorge-maria-ribero-meneses-version-web1.pdf
Ahora, os ruego encarecidamente, que todos los que no hayáis votado antes, me concedáis este pequeño favor que os pido de que esta vez sí votéis, con total libertad, por supuesto, lo que realmente os parezca correcto, tras visionar la tabla comparativa de ambas teorías.
Es muy importante contar con vuestro voto, sea el que sea.
Aquí tenéis el link directo a la votación. http://www.facebook.com/questions/550569254989178/ y en el mismo hallaréis el enlace al PDF con la tabla comparativa, por si necesitáis confirmar -de un modo bien detallado- cómo es que ambas teorías son completamente diferentes.
Un Abrazo,
Georgeos
El investigador Jorge María Ribero-Meneses Lázaro desmiente rotundamente falsas acusaciones de plagio sobre su teoría de la Atlántida
Nota aclaratoria: Los comentarios del Sr. Ribero-Meneses Lázaro en su respuesta, acerca de la teoría que defiendo, donde parece restarle méritos por el mero hecho de ser (en cuanto a la ubicación de la Atlántida, que es a lo que se refiere) una de las más seguidas, desde la misma antigüedad, y contraponiendo a ello la originalidad de la suya, por ser el primero en decir que estaba en las costas de Cantabria (Ahora en Asturias), es más un argumento ilógico o falaz, por que ninguna teoría es mejor que otra por el mero hecho de ser única o la primera en apuntar hacia una dirección determinada. Por esa misma regla de tres, todo el que haya creado después del Sr. Ribero-Meneses una nueva hipótesis o teoría sobre la Atlántida, colocando a la misma en algún lugar del planeta donde nunca antes nadie la hubiera colocado, se merece entonces ser considerada como mejor teoría, más creíble o más merecedora de créditos y elogios que la del Sr. Ribero-Meneses. Por ejemplo, el primero que ubicó la Atlántida en Indonesia (Aunque bien lejos de donde la ubica Platón) merecería mayor crédito y credibilidad y mayores elogios y reconocimientos que el Sr. Ribero-Meneses, por simplemente haber sido el primero en ubicarla en un lugar donde nadie antes la había colocado. Y lo mismo podriamos decir entonces para cualquier otra persona que en el futuro coloque la Atlántida en cualquier otra parte del mundo donde nadie la haya puesto antes, lo cual -y no lo dude nadie- sucederá, pues mientra no aparezca definitivamente la Atlántida, o sea, su metrópolis circular concéntrica bajo el mar, seguirán surgiendo -casi todos los años- nuevas teorías que la colocarán en nuevos lugares del mundo.
El hecho de que al igual que muchos otros investigadores de generaciones anteriores, desde la misma antigüedad, yo me halla decidido a investigar y defender la ubicación de la Atlántida en el Atlántico, delante de Gibraltar, tiene una sencilla explicación, que lejos de ser motivo de ninguneo y desmérito, resulta todo lo contrario, le confiere mayor credibilidad, y tal explicación es que -sencillamente- esta es la única localización que soportan todas las referencias antiguas que clara o explícitamente se refirieron a la misma isla Atlantis, especialmente el mismo Platón, o sea, la principal fuente para la Atlántida.
¿Qué es entonces lo más creíble? Qué merece mayor crédito y elogios, una teoría que la ubique en cualquier lugar que no se corresponda para nada con lo que claramente dijo Platón y también todos los autores que explícitamente hablaron de la localización de la misma, por el mero hecho de tratarse de una hipótesis novedosa, única, original, etc. o una hipótesis que se intenta ajustar, lo máximo posible, a las fuentes primarias, en especial, a lo que claramente expone la principal fuente para la Atlántida, o sea, Platón mismo. No será necesario que yo mismo sea el que responda.