Breve resumen de una teoría registrada del equipo de investigación de la ‘Revista Argárica’, el grupo del ‘Curso de Antiguas Ancestrías’ y la SAIS.
Expansión de la agricultura durante el Neolítico y sus dos principales idiomas el Afrasiático, que sigue una ruta insular mediterránea solo por las partes meridionales de Europa y las septentrionales de África, siempre en dirección hacia el Oeste hasta alcanzar Iberia, con grupos de ancestría Paleoafrasiática-Anatólica, y el Indoeuropeo, que a través de grupos con ancestría solo (o principalmente) Paleoanatólica, sigue una ruta continental por el interior de Europa hacia el Norte y hacia el Oeste hasta alcanzar Iberia y las Islas Británicas, y por otra parte, desde la misma Anatolia penetra en Asia donde alcanza las regiones del Medio Oriente hasta los límites con el Noroeste de la India.
De las migraciones neolíticas con ancestría Paleoanatólica que portan el Proto-Indoeuropeo surge el Indoeuropeo Arcaico que ya para finales del Neolítico alcanza casi todos los rincones de Europa hasta Iberia y las Islas Británicas, así como el Cáucaso y el Medio Oriente. Desde este Indoeuropeo Arcaico surgen después, entre finales del Neolitico, el Calcolítico y el Bronce, los diferentes grupos lingüísticos (Proto-Anatólico, Proto-Balto-Eslavo, Proto-Greco-Armenio, Proto-Indo-Iranio, Proto-Celto-Itálico y Proto-Germánico).
Los esteparios, que muy probablemente hablaban una lengua aglutinante Transeurasiática-Altaica con fuerte influencia Caucasiana (de la que derivarían después el Eusko-Aquitano y el Ibero), no son los creadores del Indoeuropeo, sino sus principales vectores, especialmente a partir de la Edad del Bronce.
Sobre la cuestión de la mezcla genética (la que determina las ancestrías en sus diferentes valores), es importante señalar que todos los estudios realizados hasta la fecha dejan bien claro que en contra de lo que se creyó hace años cuando se comenzó a determinar el avance de los esteparios por Europa, su impacto genético fue mucho menor de lo imaginado. Hoy día ya sabemos que nunca llegó a ser mayoría absoluta en las mezclas genéticas, y en la mayoría de los sitios ni siquiera llegó a pasar de un 40%. Estos datos de antiguas ancestrías genéticas, entre otros arqueológicos y lingüísticos, consideramos que soportan la teoría del célebre arqueólogo inglés, Andrew Colin Renfrew, de que el Indoeuropeo surgió en Anatolia, aunque ahora, con los nuevos datos, más bien sería en el área que va desde Anatolia hasta el Cáucaso, sin que se pueda precisar, al menos de momento, exactamente en qué punto de esta área.
El mayor porcentaje de ancestría genética, desde el Neolítico, siempre fue el de la llamada ancestría Paleonatólica o Paleoafrasiático-Anatólica que se introdujo en Europa desde el Neolítico por dos vías, una portadora del idioma Afrasiático, desde el Levante, vía Chipre y otras islas del Mediterráneo, siguiendo la línea costera europea (y africana por el otro lado) que llega hasta Iberia, ocupando prácticamente solo las zonas cercanas a las costas mediterráneas (con pocos asentamientos en el interior) y atlánticas hasta Portugal, y otra que pudo llevar el Proto-Indoeuropeo, la cual partió desde Anatolia, entrando en Europa (pero no en África) por la península Balcánica y expandiéndose después por toda Europa central y del Norte hasta alcanzar la Iberia interior y del Norte y las Islas Británicas. Esto se puede apreciar fácilmente ploteando las bases de datos de mezclas genéticas antiguas en mapas, tal como puede apreciarse en este otro mapa.
Los datos demuestran que los granjeros neolíticos de ancestría Paleoanatólica son los que realmente distribuirían, junto con los indígenas Paleoeuropeos, por toda Europa y parte de Asia (hacia donde también se movieron desde el mismo Neolítico) el primitivo Indoeuropeo, que ya más tarde con diversas mezclas genéticas de Paleoeuropeos cazadores recolectores locales y guerreros pastores del Bronce, procedentes de las Estepas Caspio-Pónticas, se ramifica en diferentes grupos lingüísticos tales como Proto-Anatólico, Proto-Balto-Eslavo, Proto-Indo-Iranio, Proto-Greco-Armenio, Proto-Celto-Itálico y Proto-Germánico. Es decir, que los R1b cumplieron un importante papel en la difusión de las lenguas indoeuropeas, y la mayoría de estos grupos lingüísticos se crearon cuando ellos ya formaban parte importante de las poblaciones indígenas hablantes del Proto-Indoeuropeo. Los esteparios no crearon el Indoeuropeo, pero sin duda alguna fueron sus principales vectores.